El huracán Eta (ahora depresión tropical) produjo graves inundaciones y derrumbes por fuertes lluvias en Centroamérica. El número de fallecidos, otras víctimas y daños, es un dato aún incierto. Muchas personas se encuentran desaparecidas y algunas comunidades incomunicadas.
“ Las víctimas y los daños causados por este violento huracán nos llenan de profundo dolor; por eso, queremos acercarnos espiritualmente a ustedes con el consuelo de la oración, pero también con la ayuda concreta, que ya se ha activado a través de Cáritas Latinoamericana y Caribeña; sin embargo, junto a la presencia y aporte de Cáritas, invocamos a todas las Conferencias Episcopales a cooperar y contribuir como Iglesia Samaritana, para acompañar y aliviar el dolor de los que sufren estas devastadoras consecuencias” expresa la Presidencia del CELAM.
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