El coronavirus también llegó a la Amazonía y, a pesar de que muchos pueblos indígenas han cerrado el ingreso a sus comunidades como mecanismo de protección, ya hay infectados y víctimas mortales, incluso entre poblaciones que viven en aislamiento relativo. A los deficientes sistemas de salud en toda la cuenca Panamazónica se suman las consecuencias de la paralización económica para una población que, en gran medida, vive del «día a día». Familias enteras que, si no trabajan, si no venden sus productos, no comen.